Autor: Jacqui Pretty, haz clic aquí para ver el artículo original
Imagínate este escenario: te inscribes para un programa de coaching de negocios.
Tu coach te insiste profundamente en la búsqueda de la pasión detrás de tu negocio. Te abre los ojos a nuevas posibilidades y un sinfín de horizontes. Construye tu confianza diciéndote la diferencia que podrías hacer en este mundo y tus habilidades para impactar a la gente que te rodea.
Te das cuenta que has estado jugando sin arriesgarte.
Necesitas algo más grande, recoger un nuevo público y alcanzar nuevos mercados. Tienes un mensaje importante que el mundo necesita oír, y no vas a detenerte hasta que te oigan.
Después de seis meses de trabajar 14 horas al día, siete días a la semana, te encuentras con el balance de tu cuenta de banco.
No puede ser, piensas, mientras vez el número en tu balance.
Estas ganando lo mismo que ganabas hace seis meses. Ves tu lista y a pesar de que tienes más suscriptores, la diferencia casi ni se nota. Ves el tráfico de tu página web y eso tampoco ha subido mucho.
Comienzas a pensar en estos últimos seis meses, has dejado de ver a tus amigos y a tu familia.
Has querido irte de viaje, pero lo sigues postergando mes tras mes. Y esos intereses personales? Sabes, aprender a tocar un instrumento o ir al gimnasio? Los has puesto a un lado como todo lo demás.
Entonces te preguntas, “Como es que no tengo nada para demostrar lo duro que he trabajado estos últimos meses?”
Te das cuenta que te has alejado de lo que quieres
Cuando comenzaste un negocio, que querías?
Renunciar a tu empleo?
Tener más tiempo para seguir tu pasión?
Ver el mundo?
Tener valor y tomar las riendas de tu vida?
Aun asi, te das cuenta que no tienes ninguna libertad. Tu negocio, el vehículo que pensaste que te iba a dar emancipación laboral, se ha convertido en un motor que necesita constantemente más y más gasolina.
En vez de estar aventurando por Nueva Zelanda, montando un camello en Egipto, o comiendo croissants en Francia, estás trabajando con tus propias manos, sudor, y lágrimas en tu negocio.
Si ya tenías tu modelo de negocio establecido antes del momento que decidiste cambiar el mundo, puede que hasta estés sintiendo que estas yendo para atrás en vez de avanzar.
Has tenido un flujo constante de clientes, que son referidos por otros clientes satisfechos. Claro, no estas ganando una fortuna, pero suficiente para ser independiente, manejar tu propio tiempo, y tienes la libertad de trabajar desde donde quieras.
Para mantener el negocio, no necesitaste una gran lista de contactos o una súper presencia en redes sociales, porque ellos te encontraron a través de recomendaciones y así no tenías que preocuparte de nada más.
Comienzas a pensar, “será que todo este trabajo ha sido en vano?”
El problema no es que tu curso de coaching de negocios este mal. El consejo que te dieron es probablemente el mejor consejo para este mundo que va cambiando rápidamente. Es importante causar un impacto, construir un público, y convertirte en un líder.
El problema es que, tal vez, ese consejo no era el adecuado para ti.
Los tres tipos de emprendedores
Según John Warrilow, autor de Built to Sell, estos son los tres tipos de emprendedores
- El escalador de montañas
- El guerrero de libertad
- El artesano
Veamos desde más cerca a cada tipo de emprendedor.
El escalador de montañas quiere cambiar el mundo. Quiere construir imperios, cambiar la manera en que se hacen las cosas, y probablemente quieren destruir al enemigo. Cuando le preguntas de su negocio, te va a hablar de su visión para el futuro.
El guerrero de libertad quiere hacer las cosas a su medida y a su tiempo. Están motivados por la libertad y la independencia y odian estar atados a algo. Son del tipo que habla del estilo de vida que su negocio crea (“Puedo viajar seis meses al año!”), pero nunca te van a hablar de lo que su negocio está verdaderamente logrando.
El artesano solo quiere trabajar. El programador quiere trabajar, el diseñador quiere diseñar, el escritor quiere escribir y el contador quiere llevar la contabilidad. Este es el tipo de emprendedor que dice “El negocio estaría perfecto si no fuera por los clientes.”
Según Warrilow, alrededor de 75% de emprendedores son artesanos, 23% son guerreros de libertad, y 2% son genuinos escaladores de montañas.
Es decir, la mayoría de emprendedores no tienen ningún deseo de crear imperios, escalar montañas o cambiar el mundo. Quieren trabajar en lo que aman y tener un gran estilo de vida mientras lo hacen.
El problema de los cursos de negocios hoy en día
El problema con la mayoría de consejos de negocios de hoy en día es que están dirigido a los emprendedores “escaladores de montañas.” Esta es la razón por la cual la mayoría de coaches te alientan a encontrar el por qué, a encontrar el propósito profundo de tu negocio, a hacer un impacto en el mundo y a ser un líder inspirador.
Ahí es cuando irónicamente vemos que solo un 2% de los emprendedores son, de hecho, “escaladores de montañas” pero aun así reciben el 98% de los consejos de negocios.
El problema es que el otro 98% de emprendedores, los guerreros de libertad y los artesanos, tienen expectativas de negocios que no van ni con su personalidad ni con las razones por las cuales comenzaron a emprender sus negocios.
Como un guerrero de libertad, no quieres cambiar el mundo ni ser un líder inspirador en lo particular. Quieres vivir una vida increíble, en tus propios términos, haciendo lo que amas.
Eso está bien!
No hay punto en crear un propósito superficial que suena bien para el resto de la gente o para tu coach de negocios si genuinamente esa no es la meta que quieres alcanzar. no significa que no puedas aun asi hacer algo increíble y tener clientes felices si tu meta final es la libertad.
Desafortunadamente, es un poco difícil salir y decir que todo el mundo está enfocado en el propósito mayor y el por qué.
Crisis de identidad de un emprendedor
Las cosas de verdad se ponen difíciles cuando tratas de ser alguien que no eres. En la mayoría de casos los artesanos y los guerreros de libertad tratan de ser escaladores de montañas, en vez de tratar de crear un negocio basado en lo que quieren y en lo que creen.
El artesano
Le encanta trabajar pero no le gusta hacer las cosas de negocio. Pienso en esta gente como el “talento” de Hollywood. Las grandes estrellas no manejan sus calendarios ni sus emails, o sus dietas y ejercicios; tienen un equipo de apoyo que les maneja todas esas áreas, lo cual significa que ellos quedan libres para aparecer en los sets y practicar su arte, lo que ellos saben hacer.
En los negocios, el equivalente seria contratar a gente para hacer todo lo que a ti no te gusta hacer.
Si eres un fotógrafo, por ejemplo, puedes enfocarte en las fotos, en editar, mientras que tu asistente contesta los emails y las citas, y tu persona de recursos humanos atiene las llamadas, los clientes, y etc.
El guerrero de libertad
El enfoque de este emprendedor está en la motivación que obtiene de la libertad e independencia, más que el trabajo de por sí.
Esto significa que pueden estar más abiertos a diferentes roles en el negocio tanto como entregar un producto o un servicio, mientras no sientan que el negocio los están privando de hacer otra cosa.
Así que si no vas a construir un imperio, que deberías estar haciendo? He visto dos formas de cómo crear un buen negocio y estilo de vida: quedarte pequeño, o crecer rápido.
Recuerda tu por qué
Los cursos y coaches de negocios tienen mucho que ofrecer para el emprendedor.
Te pueden alertar de oportunidades escondidas, te ayudan a evitar errores, te ayudan a optimizar lo que estás haciendo y te empujan a lograr más de lo que crees que es posible.
La clave en cualquier curso o programa de coaching es recordar porque comenzaste tu negocio en primer lugar.
Si, crear una compañía de 50 millones de dólares, crear un nombre por ti mismo y terminar con la pobreza del mundo son metas muy nobles que emocionan e inspiran a tus empleados y a las noticias, pero esa emoción e inspiración solo pueden ser sostenidas si hay un objetivo genuino detrás de ellas.
Ir a una cruzada es genial en teoría, pero si no es realmente lo que quieres, entonces podrías estar gastando mucho de tu tiempo, dinero, y energía con muy poco progreso.
En cambio, se honesto.
Realmente quieres cambiar el mundo? O quieres vivir una vida en tus propios términos haciendo lo que realmente amas?
Si quieres una vida maravillosa haciendo lo que te gusta, entonces enfócate en hacer un trabajo maravilloso, cobrando lo razonable por ello y disfrutando de los beneficios de tu labor.
Deja la dominación mundial para los escaladores de montañas.